Ucrania: algunas lecciones para el caso dominicano
El tema del conflicto ucraniano que se desarrolla en la frontera rusa, acusa recibo en las partes de prensa que día a día actualizan el guión de un desenlace, cual que sea, fatal en su dimensión humana.
Que el surgimiento de ideas separatistas con visibles adherencias a otros estados ocurran en la actualidad, resultan paradójicas en estos momentos en que la acepción generalizada de lo global, sugiere incluso la construcción de un pensamiento único en el quehacer de los estados y el sentir de cada uno de los habitantes del planeta.
Sin embargo, la lógica por la cual las sociedades discrepan mediante hechos abruptos, nos lleva a la necesidad de entender en el peso demográfico como en las culturas, el ariete del cual emergen las fuerzas que inclinan el fiel, no a la razón, sino al de los intereses que conducen el devenir de los pueblos y de las naciones.
Lejos de excusar los desaciertos de las élites de poder y de los gobiernos por las acciones causantes de la guerra, es de inteligentes entender que el elemento de cohesión de las relaciones humanas es la cultura, es decir lo que generación tras generación se ha cultivado en la sociedad.
De ahí que diez millones de ciudadanos ucranianos de origen ruso, húngaro y polaco, confronten sus posesiones e identidades a la manera de un inmueble cualquiera, que conforme quien lo ocupe cambia de bandera.
Miremos y aprendamos de los hechos.
En cuanto a la República Dominicana, el Poder Ejecutivo ha hecho bien en presentar a la consulta ciudadana el Reglamento a la Ley 169-14.
Ahora toca evaluar las opiniones para presentar ante el Congreso de la República un Reglamento que sea justo en los conceptos, ponderado en el porvenir, y sustentado en la historia
Por eso es necesario recordar el escenario que nos afecta, para que haga acopio el redactor, de la Sabiduría, no de los letrados y doctos, sino de la que cuando se pide de lo Alto desciende y hace habitación en el hombre prudente. Este cuida los detalles para que persista la paz.
Por Luis Manuel Gómez Gatón
En Santo Domingo de Guzmán
20 – VII – 2014
* El Autor es Cristiano Católico,Político, Dirigente de la Secretaria de Cultos PLD y Secretario General del Movimiento por la Reforma y la Continuidad (MORECO)
Las opiniones expresadas en este documento no representan las posiciones políticas del Poder Ejecutivo ni las posiciones diplomáticas del Ministerio de Relaciones Exteriores. Son responsabilidad de nuestro foro.
Rafael B. Díaz
Fundación Expresión Libre