La Estrategia de Matar a Duarte
La Estrategia de Matar a Duarte
Por Luis Manuel Gómez Gatón
En Santo Domingo de Guzmán
5-VII- 2014
La estrategia de matar a Duarte no es un dicho, sino un hecho que se escabulle mediante las artes del sigilo y de la hipocresía.
El simple ejercicio de repasar nuestra historia, muestra como desde los tiempos en que Duarte empezó a forjar la idea de una República libre e independiente, hasta nuestros días, se han suscitado brotes de diferentes parcelas de opinión, que adversa el espíritu de la Patria. Discurren ellas entre quienes propugnan por el protectorado, la anexión, la venta de porciones de territorio, y hasta el de las personas ligh, indiferentes a las injerencias foráneas.
Estemos claros que la palabra Patria no es un simple título, mucho menos una amalgama de colores que coinciden en la forja de la una bandera, y aun cuando su sentido profundo esta expresado en los símbolos, su valor intangible es el vínculo de la sangre que salvaguarda la herencia de los Padres Fundadores.
Los profanadores de este vínculo solapan sus intenciones con programas humanitarios, cuyos ejes trasversales se cargan con lo mejor de nuestra identidad Dominicana. Gracias a Dios el tiempo, elocuente y clarificador, ha dejado ver sus intenciones. De manera que como dice el profeta Isaías, pone de manifiesto que “los malos son como mar agitada cuando no puede calmarse, cuyas aguas lanzan cieno y lodo.”(Isaías 57, 20).
Grande es el costo económico de proteger la frontera de nuestra identidad, en cesión de cuotas de empleo en medio de un panorama en donde no existen plazas vacantes, en la salud, educación, protección militar, en los foros y tribunales internacionales en los que hemos sido sometidos. Estos representan dineros que hay que producir.
Ante tal acoso, las autoridades han tenido que dictar medidas heroicas en el orden legal, para preservar la Patria, sin menoscabo de nuestra identidad Cristiana; respetuosa de la diversidad de pensamientos, y altiva en la adversidad.
A pesar de ello subsiste el germen de quienes pretenden devorar el legado que hemos recibido en heredad. De ahí que la estrategia de matar a Duarte, contempla acciones superiores al exilio al que fue sometido y desde el cual se levantó el timbre diáfano y valiente de su voz:
“Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio:
hoy que hombres sin juicio y sin corazón
conspiran contra la salud de la patria.”
Los que conspiran contra Duarte, tienen el morbo del que mira de soslayo mientras pasa los dedos sobre los límites y sin decantar aun sus fluidos, pretenden romper las murallas para que entre el mar con sus borrascas.
Matar a Duarte es algo más que hundir sus huesos debajo de la urna que los contiene en el Altar de la Patria. Significa asesinar la República que él concibió, Cristiana en el Juramento Trinitario y en los Símbolos.
Es destruir el nombre DOMINICANO, extinguir el fuego que brotó del trabuco del Cruzado Matías Ramón Mella, precisamente para que los dominicanos pudiéramos abrir las puertas de nuestras Iglesias y el español siguiera siendo nuestra lengua.
CONTRA ESTAS INTENCIONES EL ANTÍDOTO ESTÁ EN QUE SEMBREMOS EN EL CORAZÓN DE CADA NIÑO, HOMBRE Y MUJER EL PERPETUO RECUERDO DE ESTAS PALABRAS:
“En el nombre de la Santísima, augustísima e indivisible Trinidad de Dios Omnipotente: juro y prometo, por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro presidente Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes a la separación definitiva del gobierno haitiano e implantar una república libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominará República Dominicana; la cual tendrá su pabellón tricolor en cuartos, encarnados y azules, atravesados con una cruz blanca. Mientras tanto seremos reconocidos los Trinitarios con las palabras sacramentales: Dios, Patria y Libertad. Así lo prometo ante Dios y el mundo. Si tal hago, Dios me proteja: y de no, me lo tome en cuenta, y mis consocios me castiguen el perjurio y la traición si los vendo.”
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* El Autor es Cristiano Católico,Político, Dirigente de la Secretaria de Cultos PLD y Secretario General del Movimiento por la Reforma y la Continuidad (MORECO)